La explosión ocurrió en un ducto de combustible ubicado en el municipio de Tlahuelilpan, en Hidalgo, que sufría una fuga y donde pobladores aprovechaban para robar el carburante
México. El estallido de un
ducto de combustible mientras era saqueado por cientos de
civiles deja al menos 79 muertos y 81 heridos en el central estado de Hidalgo,
en México, donde este sábado las autoridades continuaban las
pesquisas, entre cuerpos calcinados y pobladores que buscaban a familiares.
Asimismo, el Instituto
Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que una de las personas que resultó
lesionada en la explosión del ducto, la cual permanecía internada en el
Hospital de Magdalena de las Salinas, falleció.
En conferencia de prensa en
Palacio Nacional, Alcocer dijo que de las 81 personas lesionadas, 66 siguen
hospitalizadas.
Horas antes y acompañado del
presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, el gobernador de
Hidalgo, Omar Fayad, dijo que el saldo aumentó tras encontrarse cuerpos en
la zona cero del suceso y por la muerte de otras personas ya hospitalizadas.
De los hospitalizados, siete son
menores de 18 años; 30 personas de entre 18 a 29 años; 36 de entre 30 y 54
años, y una de 63 años.
Entre los heridos hay ocho
menores de edad, uno de ellos de 12 años, añadió Fayad. Tras la explosión el
viernes por la tarde, se había dado un balance inicial de 21 muertos.
El estallido ocurrió en la
comunidad de Tlahuelilpan, a unos 120 km de la capital, luego de
que un ducto fuera perforado por traficantes de combustible y
cientos de personas, incluidas familias enteras, se lanzaron para
llevarse gasolina en contenedores.
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