La Policía Nacional vive en 2018 un año de escándalos y abusos



  • Agentes policiales se vieron envueltos en múltiples escándalos por los excesos en el uso de la fuerza pública y su participación en hechos delictivos que provocaron críticas y reclamos de diferentes sectores

El año que concluye representa uno de los periodos en que el accionar de la Policía Nacional quedó peor parado ante la población por los excesos en el uso de la fuerza, las violaciones a los protocolos y el involucramiento de sus miembros en escándalos y hechos delictivos.
Uno de los casos de aparente uso excesivo de la fuerza, que escandalizó a la población por las circunstancias en que se produjo, fue la muerte del presunto delincuente Rubén Darío Hipolite Martínez (Moreno 27), ocurrida el 8 de noviembre pasado en un apartamento del Residencial Carmen Renata III, y que se produjo frente a dos sobrinos menores de edad. El individuo fue muerto a manos de miembros de la Dirección Central de Investigaciones Criminales (Dicrim) que lo buscaban por varios homicidios y otros delitos.
La versión policial daba cuenta de que se trató de un enfrentamiento a tiros, sin embargo, una transmisión en vivo que hizo la víctima a través de sus redes sociales revelaron sus interés de entregarse.
A ese hecho se sumó la muerte de Nathanael Ferrera Paulino (Oreja), el pasado 11 de noviembre, en el sector Cerro de Patatín, en Santiago, durante otro de los llamados intercambios de disparos, donde además resultaron heridos otros dos hombres y una niña de dos años. Según versiones de testigos, Ferrera Paulino, habría sido ejecutado debajo de una cama, tirando por el suelo las imputaciones policiales.
Ese mismo mes, en las redes sociales se divulgó un vídeo del coronel Elías Marte Palavé, comandante del Ensanche Libertad en Santiago, encañonando con un fusil y amedrentando a choferes.
Otros de los abusos de los uniformados fue cometido contra la periodista Altagracia Ortiz y su esposo, momentos en que se desplazaban en su vehículo y una patrulla mixta de la Policía y el Ejército, disparó a los neumáticos del vehículo.
También está la muerte de María Melina Lorenzo, de 17 años, ocurrida el 23 de noviembre de este 2018, cuando miembros de una patrulla realizaron varios disparos contra un supuesto punto de drogas en el sector Guaucí, de Moca. La joven que estaba embarazada fue alcanzada por una de las balas cuando intentaba guarecerse.
En noviembre, otro vídeo puso en tela de juicio las actuaciones policiales. En esa ocasión las imágenes mostraron al teniente coronel Fausto Madé Ramírez, subcomandante del destacamento de Los Frailes, de Santo Domingo Este, golpeando a un hombre durante un desalojo.
El 22 de octubre resultó muerto a manos de la Policía, el estudiante de medicina, Wadner Petitochoute, como fruto de un incidente entre agentes policiales y motoconchistas. El joven de nacionalidad haitiana, fue alcanzado por un tiro mientras se encontraba en su residencia en el sector Pekín al sur de Santiago.
La madrugada del 4 de agosto, el teniente coronel de la Policía, Emilio Corcino Galván, ultimó a Juan José Silvestre Pacheco, de 24 años, en Hato Mayor, quien le habría rozado su vehículo en la motocicleta en que se desplazaba y cuyo incidente quedó grabado.
El primero de julio llamó la atención la forma en que “se suicidó” de un disparo en la cabeza, Antonio Polonia, de 47 años, quien se desempeñaba como vigilante de una sucursal del Banco Vimenca en Santiago, que había sido asaltada una semana antes y por cuyo hecho fue detenido. Las dudas afloraron porque Polonia se habría disparado dentro de una camioneta de la Policía, donde estaba esposado.
La imagen de la institución del orden otra vez fue blanco de críticas, luego que un grupo de hombres armados asaltaron el 26 de junio una sucursal bancaria en el ensanche Isabelita en Santo Domingo Este, cargando con una suma millonaria de dinero en efectivo. Como parte de las investigaciones se realizó un operativo cuatro días después en el sector conocido como El Maleconcito de Los Mina, donde resultaron heridos varios uniformados, y murieron el mayor Moisés Montero y el presunto asaltante Wagner Ambiorix Méndez Ogando, alias Francis, de 29 años.
Sin embargo, las pesquisas sacaron a relucir que el operativo se realizó sin el conocimiento de la Policía ni el Ministerio Público y que se trataría de “un tumbe” a Méndez Ogando, quien presuntamente tenía en su poder gran parte del dinero robado.
La noche del 9 de junio, cámaras de seguridad de un edificio de apartamentos de la calle Paseo de Los Reyes Católicos, de Arroyo Hondo captaron el momento en que el raso policial Manuel Merán Maldonado, de 26 años, fue ultimado de un disparo en la cabeza por una unidad del orden. El hecho lo cometió el también raso Francis Acosta Martínez, quien junto al alistado Arturo, el cabo Nicario Lorenzo Báez y el sargento Isidro de Jesús Mejía, había mandado a detener a Merán Maldonado por transitar con música alta en su vehículo.
Las investigaciones del caso determinaron que hubo uso excesivo de la fuerza, mientras que la pareja de la víctima, quien lo acompañaba la noche del suceso, denunció que los agentes intentaban “macutearlos”.
El 13 de mayo, los rasos del cuerpo élite “Lince” de la Policía, Vladimir Santana y de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT), Luis Andrés Cordero Santos, junto al civil, Briyan Ulerio Robles, asaltaron a plena mañana, una compraventa del sector Barrio Nuevo, en Sabana Perdida.
Doce días antes fueron sorprendidos el raso, Reinardo Medina Cuevas y el sargento Confesor Pérez Pérez, mientras asaltaban una banca de lotería, ubicada en el paraje El Algarrobo, del municipio Guanabano, en Moca, provincia Espaillat junto a otros dos civiles.
El 13 de marzo, Albert Ramírez Alcántara, de 28 años, fue interceptado por el raso de la Policía, Nieves Ruiz Sierra Gómez y otro hombre que lo mataron a tiros para despojarlo de un teléfono celular.

FUENTE: DIARIO LIBRE 

No hay comentarios:

Publicar un comentario